La ecología de Rahuapampa
Según la clasificación ecológica hecha por Antonio BrackEgg, ex Ministro de Ambiente y reconocido ecologista oxampampino, Rahuapampa se ubica en la selva alta y seca, similar al piso ecológico del Alto Huallaga. En su territorio predominan árboles pequeños, mayormente espinosos, de follaje persistente caducifolio (se cae naturalmente) debido a la sequedad. La aridez de la tierra permite la presencia de leguminosas como la tara, huarangos, molle, sauce, chamana, penca o maguey, y algunos cactáceos lanudos como el mancaullu, tunas o el gigantón. En el suelo con escasa hierba crecen achupallas, huyhuacshu.
El eucalipto, originario de Australia, es un árbol que
se ha adaptado muy bien en los andes del Perú. En Rahuapampa crece gigante y
frondoso alrededor de las chacras o en la rivera del río Puchca . Ni que decir
de las plantas cultivadas, como el guayabo, la granadilla o el chirimoyo. No es
necesario hacer el listado ya que en esta tierra, especialmente en Vincocota,
Quemado y Pampacolca, el clima y el suelo son generosos para los frutales.
EN EL REINO ANIMAL
Destaca principalmente la fauna de aves, como la
tórtola, cascabelita o cullcush, la paloma del monte y los
cuculíes. Entre la especie de psitaciformes, están los periquitos
o llegllish y los casi extintos papagallos o
loros, que irónicamente, y quizás por pura nostalgia, se ha convertido en
el símbolo del escudo distrital.
Todos sabemos y conocemos la infinidad de aves que
alberga nuestro suelo, principalmente los bosques de Vincocota. Ahí están (y no
están muchos) los pichuyshancas, quillicsha, los gavilanes (ancas), pacapacas (lechuza), chihuacos (zorzal
o yuquis), huanchacos, pájaros carpinteros, búhos
(tucu), el bello ruyhuaco, el maravilloso jilguero y el inolvidable tuctupillín (petirojo),
que trina alegre con la llegada del alba.
Especial espectáculo ofrecen las golondrinas, que
llegan en bandadas para anunciar la lluvia y, de paso, cazar al vuelo las
hormigas voladoras.
Y de los mamíferos, solo quedan en nuestros recuerdos
las mucas o achacus, murciélagos, el venado gris y el gato montés.
Por los cerros de Vincocota y Pampacolca, aún pasean los zorros con el
inminente riesgo de ser asesinados. Una que otra vez, el añaz o
zorrillo deja notar su presencia expeliendo su fétido olor. Ya no hablamos de
los insectos que abundan en nuestra tierra, como las cigarras,
saltamontes, grillos cantores, avejas y avispas (haciendo su panal en las vigas
de las casas) y, claro, las luciérnagas que irrumpen que su pequeña luz en las
noches oscuras de la sierra. Y cada vez menos vemos lagartijas, que huyen entre
hierbas y piedras cuando escuchan el paso de la gente.
La ecología de Rahuapampa
Reviewed by Rahuapampa
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diciembre 19, 2019
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