Una epidemia parecida al coronavirus afectó a los pueblos de la provincia de Huari en siglos pasados
Actas de defunción de fallecidos por tos. |
No es la primera vez que una pandemia parecida al coronavirus afecta al mundo, y en particular al Perú. Si bien no alcanzó el efecto global del virus Covid-19, en el siglo XIX en nuestro país se desencadenó la epidemia de la tos que aniquiló principalmente a la población infantil. Esta enfermedad posteriormente fue identificada como tos ferina o tos convulsiva o pertussis.
Se
dice que esta epidemia se originó en el
siglo XVIII en África, de ahí pasó a
Europa y luego a América, llegando primero
a Perú y México.
En
el año 1881 se volvió una epidemia en los pueblos de la actual provincia de
Huari, como consta en las actas de defunción de aquella época, en
las que se registró la muerte de muchos párvulos, niños de pocos
meses de nacido, a causa de la “tox”.
Esta
tos, a diferencia del Covid-19, es
causada por una bacteria conocida como Bordetella pertussis, pero sus síntomas se asemejan al de la pandemia actual. Comienza
con signos parecidos al resfriado, con fiebre ligera,
ataques de tos y dificultad para respirar. El pecho del enfermo “silva”
al inhalar y exhalar. Se trata de una enfermedad respiratoria aguda muy
contagiosa.
De
hecho, el Ministerio de Salud señala que esta enfermedad se disemina muy
rápido y puede contagiar al mismo
tiempo a 14 o 17 personas, por
lo que el enfermo debe ser aislado.
Actualmente
no es una epidemia, pero la enfermedad aún existe. El año pasado se registró
más de 600 casos de tos ferina en el
Perú (Lima, Loreto, Amazonas, Cajamarca y la selva en general), y la
Organización Mundial de la Salud reportó más de 143 mil muertes en el 2017 en el mundo.
La
persistencia de la enfermedad se debe a
que miles de niños menores de 5 años de edad no son vacunados o no completan el esquema de
vacunación que se realiza a los 2, 4 y 6
meses de edad. Las embarazadas también son inmunizadas contra la pertussis con una vacuna dirigida (dTpa acelular) que la protege a ella y a su futuro bebé.
La
primera vacuna contra la tos ferina apareció en 1930, y antes de eso la enfermedad
era prácticamente de necesidad mortal, sobre todo en pueblos tan remotos como los
nuestros.
En las actas de defunción de 1881 de
la parroquia de San Marcos,
que entonces era como el Vaticano de los pueblos de la margen derecha del río Puchca, se registró la muerte de decenas de niños a causa de la tos en lugares como Vichón, Pontó, Rahuapampa, Chaná,
Huachis, Yunguilla, etc.
Paralelamente a la tos hubo otras epidemias como la disentería,
terciana, fiebres (posiblemente relacionadas con la terciana), tifus, etc., que aniquilaron pueblos enteros.
Actas de defunción relacionadas con la tos
Chupán
“En
esta iglesia de San Cristóbal de Chupán a los veintiocho días del mes de
marzo de mil ochocientos ochenta y uno,
yo el cura y vicario de esta Doctrina, di sepultura eclesiástica al párvulo
Doroteo de este pueblo, mestizo, de seis meses de edad, hijo legítimo de Pedro
Andrade y de Bruna Arellano, falleció con tos, de que doy fe”.
“En
esta iglesia de Conín a los diez y nueve días del mes de febrero de mil
ochocientos ochenta y uno, yo el cura y Vicario de esta Doctrina di sepultura
eclesiástica al párvulo Santiago,
mestizo de un año, hijo natural de dona Dominga Vega y de padre no conocido;
falleció con tos, de que doy fe”.
Yunguilla
“En
esta Santa Iglesia de San Martín de Yunguilla, a los diez y siete días del mes
de Mayo de mil ochocientos ochenta y uno,
yo el cura y Vicario de esta doctrina
di sepultura eclesiástica a la párvula Narcisa Vega, mestiza de dos
meses, hija natural de Manuel Jesús y Feliciana Vega, falleció con tos, de que
doy fe”.
Actas de defunción relacionadas con fiebres
Rahuapampa
“En
esta iglesia de San Cristóbal de Chupán a los seis días del mes de Diciembre de
mil ochocientos ochenta y nueve años, yo
el teniente de cura de esta doctrina, di sepultura eclesiástica a Braulio
Espinoza de Rahuapampa, hijo legítimo de León Espinoza y de Petronila Esparza,
falleció con fiebres de que doy fe”.
Actas de defunción por fiebres. |
Pontó
En
esta Iglesia San Pedro de Pontó a los
diez días del mes de diciembre de mil ochocientos ochenta y uno, yo el teniente
de cura de esta Doctrina, di sepultura eclesiástica a Memoración Castro de
cinco años, hijo legítimo de José Manuel Castro
y de Paula Penadillo, falleció con fiebres de que doy fe”.
Una epidemia parecida al coronavirus afectó a los pueblos de la provincia de Huari en siglos pasados
Reviewed by Rahuapampa
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abril 19, 2020
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